Espacio





Fundación C.J. Cela. Iria Flavia (Padrón)


   La obra fue concebida como novela urbana y Madrid es la protagonista, el lugar en que se desarrollan los hechos, el Madrid de la inmediata posguerra, de miseria y hambre. Los episodios relatados tienen lugar en diversos lugares de esta ciudad. Sólo los episodios que hacen referencia al pasado de los personajes tienen lugar en otros espacios. En torno al espacio se articulan todas las historias relevantes. Incluso el espacio llega a disputar el protagonismo a los personajes.Las referencias concretas a sus calles- la Gran Vía, Fuencarral, Montera, Atocha, Puerta del Sol, incrementan la verosimilitud de lo contado y la impresión de valor documental. Es la epopeya de una entidad colectiva: Madrid. 

   Ricardo Gullón señala que "para reflejar la vida de una ciudad no existe mejor procedimiento que el simultaneísmo", que coincide con la reducción temporal en la novela, y que además puede utilizarse para presentar secuencias con contrapunto irónico. Este es más acusado en el capítulo IV, que presenta el amor en sus variaciones (Laurita y Pablo en un hotel; Julio Garcia Morrazo y Petrita, en un solar). Otras veces el contrapunto es más sutil, como el que se produce entre las dos últimas secuencias del capítulo VI: doña Margot muerta/ el resurgir de la vida en la mañana. También dice Gullón: "Es evidente que el escritor no puede aspirar a plasmar la totalidad de la ciudad, por lo que selecciona los ambientes e itinerarios que le interesan y, con descripciones impresionistas dentro de esas secuencias que fragmentan el texto, ofrece una visión mediada de la ciudad de Madrid. Se trata de una perspectiva que parece “emanar de las profundidades de lo biográfico, de las experiencias habidas por el autor, residente entonces en Madrid”

    El espacio real da credibilidad al relato hasta el punto que les disputa a los personajes su protagonismo. Lo que se cuenta es la vida de Madrid "ese sepulcro, esa cucaña, esa colmena" (cap. VI). 

MACROESPACIOS
    El marco escogido por el autor condiciona muchos aspectos de la novela. Cela concibe la ciudad como un macroespacio múltiple. La elección de esta tiene un doble alcance:

-          social: los caracteres de los diferentes espacios de la ciudad determinan los modos de vida de las gentes que la pueblan.
-          -existencial: la obra se plantea en torno a la necesidad que unos personajes tienen de otros.
-         Cela traza un contorno definido de la ciudad de Madrid, seleccionando de ella determinados ámbitos. La mayor parte de la obra se centra en cuatro zonas: el centro de la ciudad, zona a la que se refieren los episodios más importantes, que tiene como eje la Gran Vía, punto de unión de todas las clases sociales, en busca del placer o la supervivencia; la zona del Retiro, al este; la zona sur y el extrarradio.
          Las numerosas calles que se citan, los personajes que se presentan en constante transición, obedecen al propósito del título: la ciudad es un hervidero de gentes que transitan de un espacio a otro, como las abejas. Viven en una comunidad que es un hervidero de gente, pero existe mucha incomunicación, mucha soledad. Cada individuo habita en una celdilla de esa colmena. La estructura de división en secuencias o viñetas, separadas por blanco tipográfico también contribuye a reforzar esta imagen.

MICROESPACIOS
   El autor pretende una visión totalizadora de la ciudad, paro ello se ayuda de una gama de espacios urbanos que son relevantes para comprender este sentido de la novela.                                      
  •   INTERIORES. Existe predilección por ellos, porque la comunicación es más intensa: los cafés y los bares (el de doña Rosa, el de san Bernardo, el bar de Celestino, en la tradición costumbrista); las viviendas (la de Roberto y Filo), las casa de citas ( la de doña Celia, próxima a Chamberí), el prostíbulo de doña Jesusa en la Montera,los lugares de trabajo.
  •  EXTERIORES. Son utilizados como elementos de dispersión. Vinculados a la figura de Martín Marco, que actúa como personaje itinerante, relacionando los distintos espacios interiores.
Todos los enclaves se corresponden con el Madrid real, pero en realidad se trata de un espacio- metáfora, sujeto solo a las leyes internas de la obra.

Adaptación cinematográfica